
- Para los prebenjamines, benjamines, alevines, infantiles y cadetes el buen juego debería estar por encima del resultado, para enseñar a jugar bien es necesario olvidarse del resultado y de estar dispuesto a correr riesgos tácticos, aunque el equipo contrario nos marque goles, el partido es un entrenamiento más.
- Buscar siempre la victoria con entrega y ganas de hacerlo lo mejor posible, pero nunca jugar a ganar a cualquier precio, como si ganar fuera ahora lo más importante, lo importante es aprender y la autosuperación, tanto a nivel individual como a nivel
- No nos debería importar perder, pues la derrota es siempre una posibilidad en el juego y las garantías de victoria no existen nunca. Pero si alguien nos gana, que sea por el mejor juego que ese equipo ha desarrollado, pero nunca por no haber luchado con todos nuestros esfuerzos contra la derrota. Nuestros jugadores nunca deberían considerarse perdedores si han puesto su máximo esfuerzo y han hecho todo lo posible por alzarse con el
- Ganar no es tan bueno o importante como parece, ni perder tan malo. Todo depende de cómo un equipo haya conseguido esos resultados, porque se puede ganar jugando muy mal y en una ambiente poco agradable, y perder jugando muy bien con una convivencia grupal estupenda. Se trata de extraer aprendizajes sea cual sea el
- Hay que aprender a jugar como si fuera un entrenamiento, y entrenar como si fuera un partido
- Ganar es una consecuencia de jugar bien, por lo tanto, hay que motivar a pensar en jugar lo mejor posible, que los resultados llegaran en su momento, como la fruta madura que cae por su propio
- En las categorías inferiores (especialmente en los prebenjamines y benjamines) enseñar a ganar es mucho más fácil que enseñar a jugar, porque no se pierde tiempo es asimilar cosas nuevas, sino que se repiten cosas conocidas, reduciendo así cuantitativamente e influyendo negativamente en la formación completa del jugador, por entrenar solo los elementos determinantes para ganar (como los despejes, las salidas desde atrás y la presión).
DIEZ REGLAS PARA LA MEJORA CONTINUA
- Estar dispuesto a abandonar la forma anterior de pensar.
- Siempre que te dediques a enseñar debes dudar sobre lo que estas enseñando.
- Para curar las deficiencias de un jugador o de tu equipo no basta detectar y diagnosticar. Hay que buscar sus raíces y aplicar los remedios pertinentes.
- Hace falta perfeccionar cada aspecto básico si se pretender que salga bien en el próximo partido. Debes saber que los pequeños detalles cambian enormemente las circunstancias.
- Paso a paso se llega muy lejos.
- Una solución al 100% es difícil de alcanzar.
- La diferencia entre excelente y bueno es un poco de esfuerzo. El entusiasmo convierte el trabajo o entrenamiento más duro en una labor placentera.
- La mejor preparación para mañana es realizar óptimamente el trabajo de hoy. El éxito final se compone de una serie de pequeñas victorias diarias.
- Ninguno por separado es tan listo como todos juntos. Trabajar en equipo es el camino más rápido para alcanzar éxitos. Como dijo Magic Jhonson: “No te preguntes que puede hacer el equipo por ti, pregúntate qué puedes hacer tu por el equipo”.
- El proceso de mejora continuo no tiene fin